Necesidad de radiografía de tórax después del abordaje venoso profundo en pacientes pediátricos cardiópatas
Resumen
Introducción: La radiografía de tórax puede ser potencialmente omitida en ciertos casos luego de la inserción de un catéter venoso central cuando los médicos aplican una técnica correcta, buen juicio clínico y discriminan bien los casos.
Objetivo: Determinar si se puede prescindir de la radiografía de tórax después del abordaje venoso central.
Método: Se incluyó en un estudio prospectivo, analítico, descriptivo y observacional 72 pacientes pediátricos programados para cirugía cardiaca electiva previo consentimiento informado y aprobación del Comité de Ética. Posterior a la inducción de la anestesia general se colocó un calzo interescapular de 3-5 cm. La cabeza se situó en posición central y extendida, Trendelemburg 15 grados. A nivel del cartílago cricoideo se localizó el pulso carotideo derecho y lateral a este se procedió a puncionar la vena yugular interna. El trocar se dirigió con un ángulo de 45º hacia la mama ipsilateral. Se introdujo el catéter mediante técnica de Seldinger clásica. Se confirmó la posición en la unión atriocava del catéter durante la apertura de la aurícula derecha. En la sala de terapia intensiva se realizó Rx tórax anteroposterior y se recogieron las complicaciones hasta su llegada a esta.
Resultados: En todos los casos el catéter quedó colocado de forma correcta y sin complicaciones relacionadas con la posición.
Conclusiones: No es necesario el uso rutinario de la radiografía de tórax de control después del abordaje venoso central según la técnica descrita en este trabajo
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